Cómo reducir bajas en cebo durante los primeros 30 días

Adaptación sin estrés: el primer paso para el éxito

La llegada al cebadero es un momento desafiante: los terneros enfrentan cambios en ambiente, rutina y compañeros de lote. Una adaptación tranquila mejora su bienestar y reduce las enfermedades digestivas que suelen aparecer en esta fase.

  • Recepción serena: evita agitación y movimientos bruscos.
  • Acceso inmediato a agua y alimento: utilizar piensos de alta palatabilidad que incentiven la ingesta desde el día uno.
  • Agrupación inteligente: ordenar por tamaño y origen para minimizar la competencia y facilitar las relaciones sociales.

Estos cuidados reducen el estrés, favorecen el consumo temprano y bajan significativamente la incidencia de diarreas y problemas digestivos en las primeras semanas.

Inmunidad preparada: enfoque sanitario eficiente

Los terneros llegan con defensas bajas, y es aquí donde la estrategia sanitaria preventiva cobra todo su sentido.

  • Vacunación frente a ERB: es importante adaptar el calendario según prevalencia local de patógenos respiratorios y seguir una pauta combinada que incluya la primera vacuna viva modificada contra Mycoplasma bovis, que se puede administrar a partir de la semana de vida, con una segunda dosis a las 4 semanas. Estudios en granjas europeas reportan hasta un 74 % de reducción de lesiones pulmonares y ganancias promedio superiores a 100 g/día tras su uso.
  • Desparasitación eficaz: para eliminar la carga parasitaria que reduce la respuesta inmune.
  • Control al ingreso: es recomendable realizar una cuarentena breve o revisión veterinaria para evitar contagios iniciales.

Una estrategia sanitaria bien diseñada puede reducir un importante volumen de bajas y mejorar notablemente los índices zootécnicos del lote.

Alimentación progresiva y supervisión constante

El rumen necesita tiempo para desarrollarse, por lo que la introducción de sólidos debe ser gradual:

  • Raciones iniciales con piensos y forraje suave, aumentando la proporción de concentrado en el tiempo.
  • Control diario: seguimiento de consumo, deposiciones, estado general y temprana detección de tos, decaimiento o diarrea.
  • Calidad de recursos: asegurar forrajes bien conservados, balance energético y agua limpia y disponible en todo momento.

Con este enfoque, se previenen alteraciones digestivas, se evita la acidosis y se optimiza la conversión, reduciendo la mortalidad.

Manejo práctico y uso de tecnología

Una observación técnica convierte la intuición en diagnóstico precoz:

  • Revisiones sistemáticas: con criterios claros, se registran datos claves para detectar patrones anómalos.
  • Apoyo tecnológico: apps móviles, sensores de actividad o temperatura y fichas digitales reducen errores y agilizan decisiones.
  • Formación del equipo: identificación de señales de alerta, protocolos de intervención y uso adecuado de herramientas.

La tecnología aplicada facilita la acción eficiente y oportuna para mantener los terneros en condiciones óptimas.

Resumen de claves y por qué funcionan

  1. Una recepción tranquila evita una respuesta inmune debilitada.
  2. La vacunación temprana asegura protección frente a Mycoplasma bovis, uno de los patógenos más peligrosos en encefalopatía respiratoria bovina.
  3. La alimentación correcta promueve un desarrollo ruminal sano y reduce enfermedades digestivas.
  4. La vigilancia con tecnología permite prevenir brotes antes de que escalen.

Reducir las bajas en los primeros 30 días del cebadero no es cuestión de azar, sino de estrategia. Un buen plan sanitario, manejo respetuoso, alimentación adecuada y equipo capacitado forman un sistema sólido que protege la inversión del ganadero.

Fuentes consultadas

  • Con Sentido Vacuno. “Prevención y sanidad en vacuno de cebo” [enlace interno]
  • Godden, S. et al. (2019). Journal of Dairy Science – sobre ganancia diaria y respuesta inmune tras vacunación
  • Baker, B. (2024). Veterinary Tech Insights – impacto de la vacuna viva modificada frente a M. bovis en cebaderos