C. respiratorio – ERB , Con Sentido Vacuno

La ERB en España: ¿qué peligros tiene?

El estudio sobre la ERB incide en que un factor de gran importancia para enfrentar la infección se encuentra en conocer la enfermedad en profundidad. Cuando se está informado sobre los patógenos que inciden en estos desórdenes sanitarios del ganado bovino, los granjeros pueden actuar con mayor celeridad para reducir su impacto lo máximo posible.

Una enfermedad con muchos patógenos

La Enfermedad Respiratoria Bovina es un proceso multifactorial en el que intervienen distintos agentes. Por una parte, agentes infecciosos primarios:

  • Virus de Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR).
  • Virus de Diarrea Vírica Bovina (BVD).
  • Virus Respiratorio Sincitial Bovino (RSV).
  • Virus de la Parainfluencia 3 (Pi3).
  • Bacteria Mycoplasma bovis.
  • Bacteria Mannheimia heamolytica.

Por otra parte, los patógenos secundarios que, en el caso de España, son las siguientes bacterias:

  • Pasteurella multocida.
  • Histophilus somni.
  • Trueperella pyogenes.

Estos agentes contagiosos, además, cuentan entre sus aliados con ciertos agentes predisponentes que pueden favorecer que se desarrolle la enfermedad. Algunos de ellos son el estrés, el manejo, la mezcla de animales de diferentes procedencias o el tipo de alojamiento, entre otros. Por tanto, para evitar la difusión de este tipo de infecciones en la mayor medida posible, es necesario que el ganado sea cuidado correctamente y que se encuentre en buenas condiciones.

Una elevada seroprevalencia

Los cuatro virus que provocan la ERB están presentes en toda la geografía española y presentan una tasa superior al 90% de permanencia en todas las granjas del país. Por su lado, la bacteria Mycoplasma bovis, la más involucrada en brotes de ERB, tiene presencia en el 100% de las granjas.

Sin embargo, aunque la sintomatología no se manifiesta de forma tan evidente, es necesario especificar que en algunos casos sí. Principalmente en los de animales crónicos, donde los síntomas clínicos se mostraban de manera más visible. Esa falta de apreciación puede generar desconocimiento en muchas granjas, lo que les impedirá tomar medidas inmediatas para minimizar los daños.

¿En qué medida afectan los agentes infecciosos?

Los patógenos pueden surgir tanto por vía vírica como por vía bacteriana, siendo la vírica la más agresiva y, la bacteriana, la más presente en las granjas. El mayor peligro de la ERB surge precisamente en ese doble origen: las cepas de virus, aunque tengan una menor prevalencia, son potencialmente peligrosas si aparecen en una explotación; la prevalencia de bacterias, por su parte, es difícil de evitar por su presencia en el 100% de las granjas. Esto pone a los ganaderos en la obligación mantener una serie de situaciones saludables para el criado del ganado.

Estas condiciones pasan por evitar los agentes que predisponen ese tipo de infecciones, que pasan por estresar lo menos posible a los animales, manejándolos en ambientes correctamente adaptados, a tomar precauciones con las mezclas de ganado de distinta procedencia, y alojarlos en establos con unas condiciones higiénicas aceptables, además de vacunarlos. Por ello, tomando las medidas adecuadas, la ERB se puede convertir en un problema menor y, los ganaderos, reducirán las pérdidas que dicha enfermedad ocasiona.