Nutrición, Octavio Catalán, Opinión

Relación entre nutrición y sanidad (II)

Os presentamos un estudio realizado por Octavio Catalán, licenciado y Doctor en Veterinaria por la Universidad de Zarazoga y uno de nuestros colaboradores más activos de Con Sentido Vacuno. En esta primera parte vamos a ver los siguientes puntos:

  • Aplicación práctica. Calcular la energía necesitada y la ingerida
  • Aplicación práctica. Cómo suplementar más energía
  • Mecanismo de acción de las dietas energéticas sobre el sistema inmunitario
  • Conclusiones

Podéis volver a leer la primera fase del estudio aquí.

Aplicación práctica. Calcular la energía necesitada y la ingerida.

Desde el punto de vista práctico y por comprobar si efectivamente nuestros terneros, en nuestras pautas normales de manejo nutricional, se pueden encontrar en un balance energético negativo que actúe como factor predisponente en la aparición de enfermedad, se puede realizar un cálculo sobre las necesidades de mantenimiento y de crecimiento, ante una estimación de crecimiento esperado en los terneros. De esta forma, calculando la ingestión de energía realizada, es posible confirmar que debemos de modificar el nivel energético de nuestras dietas.

Para realizar la valoración se utilizan las ecuaciones del NRC 2000 (National Research Council, Nutrient Requirements of Beef Cattle , 2000) ajustadas a nuestro sistema de cebo en las Normas Fedna Rumiantes Cebo 2008.

Se muestra una simulación de las necesidades y el aporte energético en el primer mes de estancia en un cebadero industrial para terneros lactantes (mamones) con 50 kg de peso de entrada (tabla 5). En esta simulación se consideran unas previsiones de crecimientos esperadas por semanas y los consumos de pienso de iniciación y leche en polvo de productos comerciales estándar también por semanas (Energía del pienso de iniciación 2.750 Mcal/kg y leche en polvo 4.960 Macal/kg. Para los cálculos, son considerados unos coeficientes de digestibilidad del 80% para la leche y del 75% para el pienso).

 

Como se puede apreciar, existe un balance energético negativo en todas las semanas del primer mes y este es progresivo en el tiempo, es decir, cada semana los terneros ingieren menos energía de la que necesitan.

Si esta misma simulación se realiza para terneros de campo, con 200 kg de peso de entrada al cebadero (pasteros) (tabla 6), considerando unas previsiones de crecimientos por semanas y con consumos de pienso de adaptación comercial estándar también por semanas (Energía del pienso de iniciación 2.650 Mcal/kg. Para los cálculos, son considerados unos coeficientes de digestibilidad del pienso del 75%).

 

Podemos observar que persiste el balance energético negativo durante las 4 primeras semanas de estancia en el cebadero, siendo de valores más altos que en terneros lactantes. Se podría afirmar que la diferencia entre la energía que necesitan e ingieren es más acusada que en los terneros lactantes, aunque este no es progresivo sino regresivo, es decir, va disminuyendo a lo largo del primer mes.

Aplicación práctica. Como suplementar más energía.

Ante esta evidencia de los datos acerca de los balances energéticos y en el ánimo de poder nivelar dicho balance hasta convertirlo en positivo, se plantea crear estrategias para poder suplementar más energía en los dos tipos de producción: terneros lactantes y terneros pasteros.

Valorando las alternativas para conseguir dicho objetivo, se establecen tres líneas de trabajo, la primera podría ser incrementar la energía de las dietas, así si consumen una dieta más energética podría darse una ingestión mayor de energía. La segunda estrategia podría consistir en aumentar los consumos ya que, si los terneros consumen más cantidad de una dieta, sin duda van a ingerir más cantidad de nutrientes, entre ellos energía. La última línea de trabajo podría centrarse en aumentar la digestibilidad de los alimentos ingeridos, así si los terneros ingieren la misma cantidad de un alimento con el mismo nivel energético, pero éste es más digestible, la energía podría ser más utilizable.

Mecanismo de acción de las dietas energéticas sobre el sistema inmunitario.

El mecanismo de acción no es bien conocido. Se sabe que existen una gran cantidad de genes involucrados en mejorar la respuesta pro inflamatoria y crecimiento celular que se ven afectados por un balance energético negativo.

Estos genes han sido identificados al desafiar vacas con Sterptococcus Uberis para inducir un proceso de mamitis clínica. El estudio se realizó con dos lotes de vacas: un lote con balance energético positivo y otro con balance negativo, (Moyes et al., 2010). Al menos en 6 genes se muestra una acción positiva en relación a la activación del sistema inmunitario (Fig. 2).

Fig.2- Lista de los principales genes con actividad positiva y negativa influidos por el balance energético durante el desafío intramamario con S. Uberis utilizando IPA

 

Conclusiones

Existen numerosas evidencias que demuestran una relación entre el nivel nutricional de la dieta y la salud y, posiblemente, sea la energía el nutriente más determinante en la aparición de la enfermedad respiratoria en las primeras semanas de adaptación al cebadero.

Pueden existir diversas estrategias para conseguir un aumento de energía en las dietas de iniciación y, de esta manera, disminuir el uso de antibióticos en los terneros, tanto de forma preventiva como curativa.

Es preciso investigar y aumentar el conocimiento sobre los niveles de energía que pueden disminuir o frenar la aparición de problemas respiratorios en estas fases del cebo.

Referencias:

Casana Rico, C., 2017. El uso de antibióticos en la industria alimentaria y su contribución al desarrollo de resistencias. determinantes de la diseminación de la resistencia a la colistina. Tesis doctoral. Universidad complutense 2017

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Ingvartsen, K. L., & Moyes, K. (2013). Nutrition, immune function and health of dairy cattle. Animal, 7(s1), 112-122.

Moyes et al. 2010. Mammary gene expression profiles during an intramammary challenge reveal potential mechanisms linking negative energy balance with impaired immune response. Physiol Genomics 41: 161–170

Piddock LJ., 1996. Does the use of antimicrobial agents in veterinary medicine and animal husbandry select antibiotic resistant bacteria that infect man and compromise antimicrobial chemotherapy?. J Antimicrob Chemother; 38:1-3.

Sowell et al, 1999. Feeding and watering behavior of healthy and morbid steers in a commercial feedlot.J. Anim. Sci. 1999. 77:1105–1112

Torres C y Zarazaga M. Repercusiones en el hombre del consumo de antibióticos por animales. Rev Esp Quimioterapia 1998;11:29-35.

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