jose antonio rodriguez sanchez, Manejo

Trabajar con vacas: una carrera de fondo

Los ciclos en el vacuno de carne son muy largos, cualquier cambio que se quiera introducir necesita de mucha paciencia para ver si el resultado es el esperado o no. Además, no debemos hacer muchos cambios a la vez, puesto que no sabríamos a cuál sería debido el resultado obtenido. Sin embargo, la concentración de partos y el primer parto de las novillas a los dos años pueden llegar a ser complementarios.

¿Es esto cierto? ¿Cómo se puede conseguir?

La respuesta a la primera pregunta es fácil: sí. En otros países lo hacen posible, con razas incluso menos precoces, y en muchos casos peores condiciones ambientales.

Sergio Santos, en su post "¿Cómo realizar la recría correctamente en vacas nodrizas? III: La imposibilidad de partos precoces y concentrados " publicado en el blog de Especialistas en Novillas, expone las dificultades de conseguirlo. Sin embargo, esta imposibilidad, o más bien incompatibilidad, no es cierta desde un punto de vista técnico, biológico o como se quiera llamar, puesto que no seríamos los primeros en hacerlo.

Sé que los rebaños de Estados Unidos no tienen nada que ver con los de España, para empezar en tamaño, pero allí lo normal es que las novillas tengan el primer parto a los dos años y aplican una concentración de partos mucho más agresiva que la aquí planteada. Muchas explotaciones están pasando de concentrar la cubrición en 60 días a tan solo en 30, e incluso menos. La concentración de partos (y cuanto más agresiva en mayor medida) hará que las terneras sean más homogéneas en edad y tamaño, por lo que será más fácil y racional el manejo de las mismas para alcanzar el primer parto a los dos años.

La respuesta a la segunda pregunta es un poco más complicada. En resumen, podríamos decir que se puede conseguir si tenemos en cuenta estos parámetros a la hora de hacer la selección de vacas y novillas, para lo que hace falta tiempo y paciencia. Sin embargo, debemos aprovechar el trabajo hecho en otros lugares para acortar tiempos, aprender de su experiencia y evitar caer en sus mismos errores.

En Estados Unidos llevan 50-60 años seleccionando las novillas para que tengan su primer parto con 2 años y, de igual modo, a las vacas para que tengan el parto al inicio de la paridera.

No podemos pretender que nuestras vacas pasen de la noche a la mañana de tener el primer parto con más de tres años, y partos durante todo el año, a parir con 2 años y en solo 1-2 meses. Esto sí que es imposible. Sin embargo, para acercarnos a esos parámetros en algún momento tenemos que empezar a hacer esta selección. No nos podemos quedar en el "siempre se ha hecho así", o en "eso aquí es imposible".

La selección de estos dos parámetros puede ser complementaria, habría que empezar concentrando partos y a la vez seleccionando las primeras novillas en nacer como futuras madres. De este modo las novillas, si se les proporciona un manejo adecuado durante la recría, llegarán a la siguiente época de cubrición con edad y desarrollos suficientes para ser cubiertas.

Siguiendo el ejemplo expuesto por Sergio Santos, si en los cuatro meses que propone como paridera (septiembre-diciembre) seleccionamos como recría las novillas nacidas en los 2 primeros meses, estas llegarán al inicio de su primera época de cubrición con entre 13 y 15 meses de edad. En los estudios llevados a cabo en el CITA de Aragón, con novillas Parda de Montaña y Pirenaica, con esta edad (13 meses) el 90 % estarían púberes y con un desarrollo suficiente para ser cubiertas. A lo largo de los 4 meses de cubrición propuestos todas alcanzarían, aún siendo más importante el desarrollo corporal, una edad adecuada para su cubrición.

De todos modos, como hemos dicho, esto es una carrera de fondo, y estos cambios habría que ir introduciéndolos poco a poco en el rebaño, con un plan bien diseñado y sabiendo que no será ni fácil ni rápido. Teniendo esto en cuenta no debemos esperar resultados inmediatos ni desistir antes de tiempo.

Una buena planificación de la concentración de partos y de la recría de novillas, unido a una buena dosis de paciencia, nos permitirá mejorar la rentabilidad de nuestra explotación a largo plazo.